La defensa del cuerpo territorio también implica la búsqueda del bienestar, conectar con nuestros cuerpos e identificar qué emociones nos provocan las resistencias comunitarias. Por ejemplo: la ira está asociada a la debilidad del hígado, la tristeza a los pulmones, la preocupación al estómago, el miedo a los riñones, el estrés debilita el cerebro y el corazón.
Las luchas de las mujeres por la defensa del agua, de los territorios, contra los proyectos de muerte y por crear redes de resistencias atraviesan los cuerpos y por eso es clave la Protección Integral Feminista, explicó Sonia Sánchez, lideresa comunitaria, defensora del territorio y ecofeminista, durante la novena jornada del Diplomado en Ecofeministas llevado a cabo en 2022.
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